El cartero del espacio

Bob es un cartero del espacio. Siempre hace el mismo recorrido, entrega dentro del mismo planeta y vuelve a su casa, pero hoy, hoy eso cambiará. Su jefe le ha dado una nueva ruta y tendrá que cumplir con entregas en planetas a los cuales jamás pensó acercarse. No muy contento, Bob parte su nueva ruta sin pensar que en su camino tendría que sortear toda serie sucesos; planetas sucios, perros que lo persiguen, pequeños seres que quieren destrozar su nave, un gigante que vive bajo la lluvia eterna y cultiva los mejores tomates y un Principitos que demanda dibujos de corderos.
Rabia le da la mayoría de su travesía, lleno de descontento se va de regreso al terminar su horario laboral, donde, sin pensarlo, toma conciencia de todas las aventuras que tuvo en un solo día y que no todas fueron tan malas como su cabeza le decía, si no que inusuales y mal comprendidas.
Bob con gusto volverá a hacer rutas desconocidas para entregar sus cartas y paquetes, dispuesto a toda aventura que se le avecine.

Guillaume Perrault enternece con una narración e ilustración tan calma como tormentosa, pero siempre con un buen caos, que aporta más de lo que resta.