El valle de los Mumin se transforma en una selva

Mamá Mumin ha plantado todas las semillas exóticas que encontraron dentro de la misteriosa caja. Y justo, JUSTO, una tormenta gigante se desató. A la mañana siguiente las plantas han crecido tanto que han ocultado incluso la casa Mumin! Con la intervención de cierto personaje no tan querido, el Valle Mumin será una selva de verdad, con bestias incluidas. Este tomo plagado de exotismo e imaginarios de comienzos de siglo, nos hace viajar en el tiempo a una estética de lo extravagante y desconocido, como una película del joven Hollywood, inocente y sencilla. El imaginario de Tove Jansson, finlandesa y nevada, a ratos viaja al sur, busca el sol y las palmeras, como en este tomo, en que el propio trópico le toca la puerta.