Heidi

Muy abrigada, y muy colorada, una niña sube cerro arriba de la mano de su tía, que camina a paso firme, muy decidida. La niña, que no sabe a dónde va exactamente, se asombra de lo vasto de las montañas, y en el camino hace un amigo. Su paradero: la casa de su abuelo. Un hombre huraño que vive lejos, muy lejos de todo el mundo, una vida sencilla que recibe lo que la montaña le da. Esa casita en lo empinado de una ladera será el nuevo hogar de Heidi, al menos por un tiempo. La historia, tan bien narrada por Spyri, es una oda al encuentro con la potencia de la naturaleza, pero vista desde la altura de la niñez, de la inocencia y el entusiasmo de una pequeña que se entrega por completo y sin vacilar al vaivén de la vida libre. Acompañada de Pedro, su amigo, Heidi aprenderá a pastorear, a guiarse por la montaña, a vivir de lo que la tierra le da y se asombrará día a día con la potencia de las nubes, lo imponenete de las cumbres nevadas y el amor no humano de los habitantes de este hermoso paraíso. Un clásico de Alma que no tiene edad ni época, y que nos deja las mejillas coloradas y anhelantes de salir a encontrarnos nosotrxs mismxs con esa belleza.