Juan entre sombreros

En un pueblo todo está color de grises, la alegría ya no les acompaña como antes y la familia de Juan no es indiferente, su padre ya no mira al cielo y, hace años, dejó de soñar, su madre desconsolado no sabe cómo lograr que levante la vista y evitar que a Juan no le permitan soñar. Toda esta situación se desarrolla mientras Ceñoncito Ceñon, el hombre más bajo del pueblo, vendedor de trajes solo para su talla, que pareciera llevar siempre sombrero negro, comienza a regalarle uno a cada vecino, generando un miedo colectivo en todo el pueblo que, para evitar cualquier suceso, comenzaron a pagarle cada vez que les dejaba un sombrero. No fue hasta que no hubo más sombreros negros que Ceñoncito Ceñon se vio obligado a regalar sombreros de colores y luego todo cambió. El pueblo entero notó que lo que les hacía falta era color.

Gastón Ganza creo está historia, que empieza en escala de grises pero que termina llena de color, donde las ilustraciones de Pablo Carrera coronan pequeños hitos, del mismo tamaño que Ceñoncito Ceñon, el hombre más pequeño del pueblo.