Olivia salva el circo
Salvó Olivia el circo? Como decía por ahí la poetiza Stella Días, “yo no miento, yo cuento las cosas como debieron haber ocurrido”. En esta historia nos encontramos de frente con una de las cosas más peculiares y a veces contrariantes de la infancia: las mentiras. Al igual que Pippi Calzaslargas, a Olivia no se le traba la lengua cuando se trata de inventarse una buena historia para amenizar la tarde. Imagina todo lo que pudo haber ocurrido, y todas las cosas que pudo haber hecho. O que hará, mejor dicho. Porque estos ejercicios de fantasía no son otra cosa que una puerta maravillosa que lxs niñxs nos abren para que podamos espiar qué pasa en esa cabecita y sobre todo, muy importante, qué piensan de sí mismos. Antes que repetir una y otra vez, como un mantra, que mentir es malo, habría que pararse a pensar y definir cuándo una mentira es mala, y hasta qué punto la fantasía es saludable. Márgenes y límites difíciles de identificar hasta para una persona adulta. Borrosos, subjetivos incluso, pero fundamentales para el desarrollo y libre ejercicio de la imaginación y la creatividad, dos de las capacidades que más opresión reciben en el proceso de madurez, y de las que más necesitamos en nuestra vida adulta.
Detalle
Peso | 0,6 kg |
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Dimensiones | 23 × 2 × 30 cm |
Ilustradora - Ilustrador | |
Escritora - Escritor | |
Editorial | |
Cantidad de páginas | 32 |
Tipo de Tapa | Tapa dura |
Dimensiones | 30x23x2 |
ISBN | 9789681665500 |